Hablar del Pregón de Semana Santa en Cuenca es hablar de emociones muy hondas, contenidas, es escuchar el Miserere mientras uno lo está cantando por dentro, es saber que sus notas finales abren de lleno la Semana Santa de nuestra ciudad. Y el Coro del Conservatorio tiene la llave. Gracias por esos grandes aplausos, ¡no hay premio mejor!